Episodios Autistas: Burnout, Meltdown y Shutdown – Inevitablemente los autistas pasan alguna vez por alguno de estos estados. Unos tienden a uno u otro estado, igual que no hay dos personas autistas iguales, unos son más proclives a alguno de estos estados con más facilidad.
El Meltdown (traducido sería algo como Fusión de un Reactor o Fusión del Núcleo) es un episodio explosivo, de poca duración pero gran intensidad. El autista se ve superado por la sobrecarga externa o algún hecho concreto y simplemente explota en algún comportamiento de estereotipias, autolesiones, gritos, u otros. Es lo que se suele llamar «Crisis» y es una respuesta incontrolable. Es el estado más asociado al autismo en personas que conocen poco el autismo, por ser uno de los más reflejados en películas, o los más visibles en sitios públicos (ese niño sobrecargado en un supermercado cuya madre intenta calmar).
El Shutdown (traducido como Apagar) es todo lo contrario. Es un episodio también de sobrecarga, sin embargo esta vez se internaliza. Es una crisis de ausencia, de pasividad, y de quietud para huir de las sobrecargas. Aunque es más difícil de identificar, y es visualmente menos llamativo, es igual de incapacitante como el primer estado. Al igual que el anterior, son momentos puntuales y no se alargan en el tiempo.
Y por último el Burnout es el agotamiento para seguir ejerciendo una actividad que podías hacer hasta el momento. Donde un hecho, o un cúmulo de hechos, sobrecarga los estímulos y la persona simplemente deja de ser capaz de hacer lo que hasta ese día hacía. Tiene su vertiente no autista en el ámbito laboral cuando una persona se agota o quema en un trabajo. En términos autistas, la persona deja de luchar por no parecer autista, haciéndose evidentes sus rasgos autistas, que podía enmascarar o tener controlados hasta ese momento.
El Burnout, pese a ser, a priori, el estado menos intenso, puede ser el que más se alargue en el tiempo, y el que produzca estados físicos que menos se asocien con el autismo, como el agotamiento físico y mental. También puede ser origen de regresiones.
Hay voces que hablan de este estado como un Stop de la persona autista, la necesidad de dejar de fingir. La necesidad de parar de esforzarse en ser como los demás, en esforzarse en ser lo que no se es. Es una sobrecarga, pero en vez de estímulos externos, de esfuerzos internos de encajar con la mal llamada normalidad y lo que la sociedad espera de uno. Por eso el entorno laboral, o social es donde se localiza el inicio de este colapso.
Hay actividades para el Meltdown y Shutdown que suelen ser de relajación y aprender a lidiar con la sobrecarga sensorial. Con la maduración del individuo puede ser menos numerosas, y ser auntoidentificadas. Muchas terapias en niños, y no tan niños, van dirigidas a paliar estos dos estados (Técnicas de Respiración, Relajación, Zonas seguras, Juegos, etc)
El Burnout sin embargo necesita de aprender formas de centrar y organizar la vida de la persona autista para evitar el colapso en forma de rutinas, deporte, aprender a adaptar la comunicación, reconocimiento de pautas, etc. Es un estado más común en adultos, mientras que los anteriores más propensos en niños.
En ámbitos laborables, académicos, o donde la persona vaya a pasar largos periodos en su vida debería de haber conciencia de este tipo de periodos de Burnout para dar acceso realizar actividades que le calmen o reconduzcan (zona de relajación, dar un paseo, objetos anti-estrés, o días libres). Darse un respiro.